La Editorial de la Universidad Nacional de Córdoba inaugura sus actividades en el año 2007, apenas un año antes de cumplirse los 90 años de la Reforma Universitaria. A partir de ese momento no ha cesado de publicar y de ampliar su catálogo hasta llegar, en la actualidad, a una cantidad de nueve colecciones que intentan dar cuenta de las diversas producciones que se realizan en la UNC, y en constante comunicación con otras editoriales universitarias y no universitarias del país y del exterior.
Reflejar e insertar en el mundo editorial y a partir de diversos soportes la producción local es, de algún modo, continuar el espíritu reformista, poniendo de manifiesto el primado de las ciencias y de la cultura como valores esenciales de nuestra ciudad.
No es casual, entonces, que la Editorial de la UNC, haya comenzado su actividad con la edición de un pequeño volumen que es también el que inaugura nuestra colección “Reforma”: “Deodoro Roca. Escritos sobre la Universidad” (2007).
La colección “Reforma” del catálogo de la Editorial de la UNC pretende dar cuenta de las implicancias históricas, sociales y culturales de la Reforma Universitaria; dándole una amplitud e importancia que durante mucho tiempo fue desestimada por historiadores y estudiosos de la cultura argentina. La prueba clara de ese olvido fue la inexistencia – hasta que la Editorial se pusiera a la tarea – de la bibliografía de uno de los portavoces más importantes del movimiento estudiantil: Deodoro Roca.
Aquel libro fue inaugural de una colección, incluso más, de una editorial universitaria, y también de un rejuvenecimiento (palabra que Deodoro Roca tenía en gran estima) de diversos debates sobre el espacio, relación, objetivos, de la Universidad y la Ciudad.
La inexistencia (más allá de algunas valiosas recopilaciones) de la obra de Deodoro, no solo se debió en parte a cierta desidia, sino al carácter fragmentario de las intervenciones del autor. Sus escritos se encontraban dispersos en revistas, periódicos, cartas, discursos, etc.
Diego Tatián, en el prólogo del libro, señala que “podríamos decir de Deodoro que fue un hombre ‘sin obra’”. Es decir que su obra, en todo caso, no fue una obra que podamos limitar a lo escrito, sino que lo escrito estaba en función de intervenciones puntuales, de proyectos sociales más amplios y ambiciosos.
Es por ello que este primer volumen, puntapié inicial de la colección “Reforma”, se limitó a la edición (al cuidado de Diego Tatián y Guillermo Vázquez) de los textos esenciales de Deodoro en torno a la reforma y la problemática universitaria.
Comienza con el conocido como “manifiesto liminar” titulado en realidad, “La Juventud Argentina de Córdoba a los Hombres Libres de Sudamérica”, publicado en una edición extraordinaria de “La Gaceta Universitaria” del 21 de junio de 1918. Manifiesto que, por otro lado, no firma Deodoro, pero fue él quien lo redactó. Continúa con el discurso de cierre del Primer Congreso Nacional de Estudiantes, pronunciado en Córdoba en julio de 1918 y titulado “La nueva generación Americana”.
Estos dos textos iniciales ponen la cuestión de la juventud como potencia promotora de cambios, y la configuración de nuevas generaciones que se contraponen a valores vetustos, no solo como meras palabras sino como verdaderos significantes que condensan el sentir de varias universidades nacionales, y que luego se irán esparciendo a lo largo de Latinoamérica.
Por ello el volumen se continúa con intervenciones de Deodoro en Buenos Aires, como lo es el discurso pronunciado en el banquete ofrecido por El Ateneo Universitario de Bs As; o en la Universidad del Litoral, al crearse la carrera de Ciencias Económicas en 1920.
En todos los textos que componen el libro se va configurando una asociación de palabras, de definiciones, de intenciones, que conforman una transmisión de temas y discusiones que la Reforma legó a generaciones futuras. Incluso el volumen cierra con un texto de la revista Flecha- revista que Deodoro fundó en los años 30- que toma a una distancia de 18 años el movimiento reformista: sus limitaciones, sus logros y sus fracasos.
El pequeño artículo lleva por nombre “El drama social de la Universidad” (1936). Drama que de una u otra forma nos es actual, nos incumbe, desde la universidad y desde la ciudad como entidades puestas en una tensión capaz de crear una zona de vanguardia y novedad.
Por Juan Manuel Conforte