Bésame mucho, el bolero que puso el mundo a besar

Hace 76 años, una jovencita mexicana, egresada de colegio de monjas y que nunca se había besado con nadie, compuso un bolero que hizo historia: Bésame mucho. Reproducido en alrededor de mil versiones y en 40 idiomas. Consuelo Velásquez, su autora, habrá recibido después millones de besos y pesos

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De Los Beatles a Plácido Domingo; de Pedro Infante y Lucho Gatica a Caetano Veloso y Cesárea Evora, pasando por Nat King Cole, Joao Gilberto, Edith Piaf y Los Jaivas, El Trío Los Panchos, Frank Sinatra, Luis Miguel, Pedro Vargas, Lucho Gatica, Charles Aznavour, Andrea Bocelli, Paco de Lucía… Todos ellos, y miles más, se rindieron a la tentación de cantar y grabar “Bésame Mucho”, haciéndola renacer década a década, con los más diversos arreglos, ritmos y géneros.

The Beatles

La lista no tiene fin, y con ellos y cientos más, este bolero-canción-himno pudo dar la vuelta al mundo en sesenta años. Es decir, es una canción contemporánea, sensual y viajera, compuesta al promediar la Segunda Guerra Mundial, aunque su letra nada tuviese que ver con el lenguaje bélico que imperaba entonces entre las potencias mundiales.

“Bésame mucho”, (1941) al trascender las fronteras, se anticipó a la Globalización en todas sus formas. Acaso, por una impecable y sencilla síntesis que logra expresar un deseo apasionado. Surge en una nación “bolerista”, como México, pero a los pocos años, tras cruzar la frontera de los Estados Unidos y luego dar un salto hacia el Cono Sur, y finalmente Europa y el resto del mundo, millones de personas empezaron a tararearla, la bailaron amarrados y se susurraron al oído. Palabras que hoy pueden sonar comunes y corrientes, pero en el tiempo del que hablamos, y llevada al disco, inspiraba una sutil transgresión erótica.

Acaso sea el mejor tributo musical al conmovedor acto que un hombre y una mujer puedan protagonizar: el beso que enreda a dos bocas, se expande y distribuye.

Bésame, bésame mucho, como si fuera esta noche la última vez… Bésame, bésame mucho, que tengo miedo perderte, perderte después…

¿Quien fue el autor de este manifiesto de apenas dos estrofas que hombres y mujeres repicaron con romántica devoción? ¿Un maduro y angustiado enamorado, inspirado en un fugaz amor o en una amante en la clandestinidad? Nada más alejado. Quien la compuso fue una muchacha mexicana, precoz y talentosa pianista de música clásica, llamada Consuelo Velázquez. Nacida en 1916, dejó este mundo en 2005, legando a la Humanidad su obra mas preciada.

Consuelo escribió ‘Bésame’ a la edad de 24 años y extrañamente, según lo admitiera en sucesivos relatos, nunca había experimentado “una colisión labial”. ¿Cómo podría imaginar ella que su canción se transformaría en una suerte de patrimonio universal, y que desde que empezó su periplo global hasta nuestros días nunca nadie dejo de cantar? Siempre hay artistas famosos y no tanto, que la está entonando en un escenario, a través de alguna emisora radial, o en un video subido a Youtube.

Quiero tenerte muy cerca, mirarme en tus ojos y estar junto a ti, piensa que tal vez mañana, Estaré muy lejos, muy lejos de aquí…

Cuentan muchos que esta letra movilizaba a los jóvenes americanos que la Casa Blanca ponía en los barcos y aviones para ir a la guerra. Y quizás, al desprenderse de sus amores, sin mayor seguridad de un reencuentro, haya sensibilizado a las audiencias del Norte, a través de los inaugurales registros de Andy Russel y Nat King Cole, que la cantaban mitad en español y mitad en inglés. Cole, incluso, le daba una rítmica mas acelerada, un aire de Charleston.

Entre las damas, Chela Campos estaba en la pole position de las precursoras. Su iniciador, quien la grabó por vez primera en 1941, resultó ser un actor español, de Santander, radicado en tierra azteca: el barítono Emilio Tuero. Ellos y ellas, cantantes sentimentales románticos de un exitoso género de época, al que Hollywood fogoneaba con la “industria del romance” desde la pantalla gigante.

Reporteada en el año 2003 por la periodista Elena Poniatowska, del diario La Jornada de México, Consuelo se remontaba en el tiempo para reseñar su invención:

“Yo ni quería ser compositora ni valoraba lo que me sucedía. Bésame mucho estaba en el primer lugar del hit parade de Estados Unidos y se mantuvo allí toda la vida, pero yo no le daba valor porque era tan joven que ni cuenta me daba de lo que es la celebridad a pesar de que empecé a vivir en una vorágine. Bésame mucho resultó ser la primera canción más ejecutada en el mundo y me lanzó a viajar por todos los países. Llegó al primer lugar de popularidad”.

¿Cómo cantan ‘Bésame mucho’ los militares rusos?

La compositora había perdido la cuenta de los cantantes que habían interpretado su canción. Enumeraba un puñado, pero le resultaba imposible citar a todos. Tenía presente, sí, a voces como las de Mario Lanza, Sara Montiel, Ray Conniff, la orquesta de Mantovani… Al preguntársele por su educación, Consuelo recordaba que fue alumna de una escuela de monjas y que en su madre siempre tuvo a una celosa custodia. Incluso, cuando fue invitada a Hollywood, a raíz de su naciente fama, lo hizo acompañada por ella.

Al recorrer los sets de la Academia, hasta el propio Walt Disney deseó fotografiarse con la autora mexicana, a quien también invitó a almorzar. Por lo visto, a esta mujer no le fue nada mal con su canción y con su arte, que también la llevó a la política, llegando a ser congresal y defender desde su banca la ley por los derechos de autor.

Sin duda, “Bésame Mucho” sacó algún cuerpo de ventaja en medio de una “multitud” de boleros en boga desde mediados del siglo pasado para adelante. Y para hallarle una explicación a semejante presencia en el gusto popular, quién mejor que uno de sus referentes cultores, como Armando Manzanero. El bolerista asegura que “la poesía que existe en la canción, precisamente porque es popular, es fácil de entender. No hay que estar averiguando, ni hay que ser un intelectual para entenderla. Ese es el encanto de la música romántica, que es necesaria, porque existe con el deseo de tomar de la mano a la persona que amamos para manifestarle nuestro amor. Entonces la música romántica va a existir siempre”. Está claro que al escuchar “Bésame mucho”, lo que viene en gana no es de tomarse la mano solamente.

Por Horacio López das Eiras, periodista

Consuelo Velazquez, a sus 74 años… Armonías, cambios de ritmo, genialidad en el piano y una voz tan llena de sentimiento ¡Gran compositora! ¡Gran artista!