Más de una treintena de representantes vecinales, de organizaciones sociales y entidades comunitarias hicieron uso de la palabra en la audiencia pública que se llevó a cabo en el Concejo Deliberante por el Plan de Metas de Córdoba.
Mientras para el gobierno municipal los compromisos asumidos se realizaron ó están en vías de concreción a buen ritmo (sólo en el 7% dice estar en mora) para no pocos oradores de la lista de 40 anotados subsisten las carencias, los incumplimientos y la nula difusión de esa herramienta de control ciudadano. Los ediles de la oposición, por su parte, fueron críticos en sus pronunciamientos.
En su inicio, el intendente Ramón Mestre dió a conocer el estado de avance de su gestión en base al Plan de Metas 2016-2019. Según el intendente, de un total de 402 metas propuestas en el 2016 para el 2019, se han superado 54 (14%), se concretaron 70 (17%), están en curso 250 (67%) y no se han iniciado un total de 28 metas (7%).
“En la ciudad no hay improvisación, desde el primer día de mi gestión. Lo que nos hemos comprometido a hacer es claro y transparente y cada año vengo con gusto a rendir cuentas”, expresó el titular del Palacio 6 de Julio.
Luego de su rendición de cuentas, una treintena de vecinos expusieron sus opiniones. Entre ellos lo hizo Virginia Romanutti, coordinadora de la Red Nuestra Córdoba, quién manifestó: “El plan es muy difícil de ser monitoreado, son muy ambiguas las metas establecidas, no tienen claros indicadores de seguimiento”.
Cabe consignar que Nuestra Córdoba tuvo un papel preponderante al impulsar el Plan de Metas con el apoyo de medio centenar de organizaciones y que la red realiza su seguimiento y plantea sugerencias y observaciones al informe de avance de las mismas.
“El Plan de Metas, como instrumento de gestión y rendición de cuentas, ha repercutido en reconocimientos internacionales para el municipio. Es el propio municipio quien debe difundir y publicitar esta herramienta para que la ciudadanía pueda conocer y monitorear las acciones de gobierno”, destacó la organización.
Sobre el informe, Romanutti afirmó que “persisten aspectos que se verifican en el seguimiento año y obliga a que sigamos planteando ciertos déficit que ya hemos detallado en otras audiencias”. En lo esencial, se advirtió sobre la necesidad de que las metas estén numeradas, para que sean claramente identificables.
“La dificultad para poder hacer un seguimiento es la falta de localización de las mismas. Las metas deberían estar georeferenciadas en los casos en que sea posible, para que los vecinos puedan verificar el avance de su cumplimiento” expresó.
También demandó la asignación de presupuesto a las metas, o más bien, que están relacionadas de manera directa con el presupuesto municipal.