La estimación de Remuneración Normal y Permanente, considerando la evolución de la inflación publicada por el Instituto de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires (IPC CABA), la inflación del IPC INDEC y las estimaciones del REM-BCRA, pierde en promedio casi 11% de poder adquisitivo al comparar el promedio 2018 en relación con el promedio 2015.
Si se considera el valor final de la serie, la pérdida asciende a 21,3%. Y si lo que se toma en cuenta es el valor promedio 2018 en relación al promedio 2017, entonces la pérdida asciende a 7,3%. Si se considera diciembre de 2018 vs diciembre de 2017, la caída será de 17,7% (ver cuadro 2).
Estos datos surgen de un estudio de paritarias e inflación realizado por los economistas del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la mayoría egresados de la Maestría de Economía Política de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) que dirige desde 2005 el economista e historiador Eduardo Basualdo.
El estudio de los salarios fue realizado sobre la base de los acuerdos paritarios de los sectores de gremios como metalúrgicos, comercio, construcción, gráficos, administración pública, gastronómicos, los que mostraron “una fuerte pérdida de poder adquisitivo estimada entre 13% y 17%”.
El salario en dólares
También el CEPA realizó una estimación del valor en dólares de la Remuneración Normal y Permanente y de los salarios de los gremios seleccionados. En el gráfico 10 del estudio se percibe la caída resultante de la devaluación de finales de 2015 y la producida desde abril de 2018 en adelante.
El valor actual en dólares de la Remuneración Normal y Permanente muestra una fuerte caída del orden del 45% si se toma en cuenta el valor en septiembre de 2018 en relación con el promedio de 2015. Se percibe que estos valores resultan similares para el conjunto de los gremios seleccionados – metalúrgicos, comercio, construcción, gráficos, administración pública, gastronómicos – que promedian 44% de caída (gráfico 7).
Mínima: el valor del “empate”
En diciembre de 2017 se cambió la fórmula de movilidad jubilatoria por ajuste trimestral que promedia en un 70% la variación de precios del IPC y un 30% del coeficiente de variación salarial. La movilidad jubilatoria actual ha consolidado la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados, derivado del cambio de fórmula y la creciente inflación en conjunción con salarios que evolucionan por debajo del aumento de precios.
Es posible inferir una recuperación del poder adquisitivo de los jubilados en los próximos meses, pero esto sólo se produciría si la inflación se mueve por debajo de los niveles actuales. De todas formas, incluso en ese escenario, el valor real de las jubilaciones se encuentra en promedios inferiores a los de los años anteriores.
A continuación (cuadro 1) se observan los valores mínimos que se requerirían para alcanzar el mismo poder adquisitivo que tenía la jubilación mínima promedio en 2015. Para el análisis se utiliza la inflación del Instituto de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires empalmado con el IPC INDEC, desde el momento en que se encontró disponible, además de las estimaciones del REM-BCRA.
Como se visualiza en el Cuadro N° 1, la jubilación mínima habrá retrocedido 7,3% su poder de compra respecto del promedio de 2017 y 13,9% en su poder de compra respecto del promedio de jubilación mínima de 2015. Si se considera la comparación del último mes del año, la pérdida es de 12,1% en relación a 2017 y de 17,2% en relación a 2015.
Si se quisiera equiparar el poder de compra de la jubilación mínima en 2018 al de 2017, habría que adosarle la suma de $9.264. Asimismo, para equiparar el poder de compra de la jubilación mínima en 2018 al de 2015, habría que adosarle la suma de $18.975. Si se considera el valor a diciembre, la pérdida anualizada ascendería a $14.206 respecto de 2017 y $20.246 respecto de diciembre de 2015, también anualizando la diferencia.
En este sentido, cabe indicar que la “equiparación” de poder adquisitivo que podría realizarse en diciembre con una suma fija por única vez no revertiría la tendencia descendente que experimentan los haberes desde la actualización de septiembre de 2015. En efecto, como se observa en el Gráfico N° 1, la tendencia entre enero 2014 y septiembre 2015 es ascendente (cada “pico” de aumentos por actualización jubilatoria se ubica por encima del anterior), mientras que es descendente desde septiembre 2015 hasta marzo 2017, con “picos” por actualización que se ubican por debajo de los anteriores.
Al analizar el valor final de la jubilación mínima se percibe que, a diciembre de 2018, el poder adquisitivo asciende a 81,7% del valor promedio de 2015. Es decir, que para diciembre de 2018 hará perdido 18,3% de su poder de compra respecto del promedio de 2015.