Si nosotros decimos que la Conquista de América fue un genocidio y ustedes continúan diciendo que si no fuera por ustedes que trajeron civilización y cultura a estas tierras todavía seríamos bárbaros de arco y flecha, no estamos hablando de ningún Congreso de la Lengua sino de cuentas pendientes. Y cuando las cuentas pendientes son de la historia y entre pueblos que comparten la misma sangre, el rencor es inevitable. Entonces el futuro es dudoso.
Ustedes sostienen lo que sostienen desde la altivez monárquica y la vigente mentalidad colonialista que les resulta imposible disimular, mientras que nosotros sostenemos lo que sostenemos por la necesidad de reivindicar nuestra historia y nuestros muertos. Ustedes necesitan hacer alarde de solidez y poder para no sentirse menos que sus pares de Europa y evitar que sigan diciéndoles Eurocas así como ustedes nos dicen Sudacas. Nosotros en cambio, siempre buscamos a quien seguir echándole las culpas de nuestras miserias.
Si ustedes continúan así y nosotros como nosotros, por más que hablemos el mismo idioma a este Congreso de la Lengua que comenzó el 27 de marzo de 2019 en la ciudad de Córdoba de la Nueva Andalucía se lo llevará el ventarrón del tiempo y habrá sido sólo una hoja enloquecida en el turbión, al decir de Discepolo. Entonces aún hablando el mismo idioma no nos entenderemos nunca.
No estoy pidiendo que reconozcan la masacre que hicieron, ni el robo, ni el sometimiento porque no lo harán. Menos aún pretendo que se arrodillen, nos pidan perdón, y devuelvan lo que se llevaron. Tampoco pretendo que nosotros dejemos de echarle culpas a terceros por nuestras desgracias. Mi modesta propuesta es que haciendo honor a la lengua hablemos claro: Ustedes son ustedes y nosotros somos nosotros. Entonces no anden chapeando. No digan ustedes que nosotros somos nosotros gracias a ustedes, porque si es por chapear, nosotros vamos a chapear con tres o cuatro civilizaciones de las diez más importantes de la historia de la humanidad.
Si vuestro rey le dice José Luis Borges a nuestro Jorge Luis Borges es porque nunca lo leyó y no tiene la menor idea quién es Borges. Y si no tiene la menor idea de cómo se llama quién ha hecho un aporte inconmensurable a la lengua que habla el ´pueblo de su reino, tengo derecho a sostener que la única verdad que está dispuesto a reconocer su majestad es la escrita por sus propios ancestros de lo que ocurrió desde aquel 1492 en adelante y quiénes eran ese tal Hernán Cortez y su primo el Pizarro.
No ha sido un error real.
Un error es un error aunque sea real.
Ni siquiera ha sido ignorancia.
Que equivoque el nombre de quien ha enaltecido su idioma justamente en el Congreso Internacional de su idioma, no sólo es un bochorno sino la prueba fehaciente de la consideración que el rey de España tiene para con nosotros.
Resulta imperdonable.
Por las dudas y para que no se equivoque nuevamente, es bueno recordarle a su graciosa majestad que genocidio se escribe con ge, soberbia se escribe con ese, pueblos originarios con pe y con o, decadencia con de y humildad con hache.
Si ustedes dicen que andar en bolas, en chiripa, con arco y flechas es cosa de bárbaros, nosotros, como la escultora Alejandra Daoiz, les decimos que se lleven sus espejitos. Demasiado tenemos con no entendernos entre nosotros como para que encima venga un rey y no llame a las cosas por su nombre.
No fue un error. Es soberbia. Igual que hace más de 500 años. Esta vez no. !!! Llévense sus espejitos !!!