Querido Negro Valerio:
Quería contarte que en la parte que más me atrapó de todas las partes que escribí en los últimos treinta días donde sobrevivieron a la guillotina escondida en la papelera de reciclaje unas quince líneas por día más o menos. Y que justo cuando una cosa en vez de traer otra cosa trajo más cosas. Que en el momento preciso en que los personajes de la novela que estoy escribiendo ya no se dejaron manejar y empezaron a decidir su propio destino hasta con el tupé de crear ellos mismos otros personajes secundarios que les quedaran bien a las situaciones pero sin chorearles letra ni protagonismo a ellos. Que justo cuando uno de estos tipejos de ficción inventados para tal fin mostró la hilacha haciendo bandera con un cuchillo (un caronero más grande que el que te regaló el Cocho Pedraza y vos se lo pagaste con la moneda de menor denominación que tenías a mano porque los cuchillos no se regalan sino que hay que pagarlos para que no se corte la amistad) y otro de los tipejos reaccionó como debió haber reaccionado un capítulo antes.
Que en el preciso momento en que después de muchas horas de laburo finalmente apareció la letra para los silencios y las palabras para los pensamientos. Justó ahí, cuando pude ver los colores de los sitios donde se desarrolla la novela, oler los perfumes de los protagonistas y verlos caminar, observarlos vestidos con la ropa que usarán y hasta escuchar la coloratura de sus voces cuando hablan, maldita sea, que lo remil parió, en ese preciso momento que es el único momento en la vida de un escritor en que con mucha suerte uno podría apenas rosarse con el misterio, justo cuando sentí el frescor del aire con que soplan las letras, se me dio por parar de escribir para tomarme unos mates. Y como tampoco pude ir al homenaje que le hicieron a Marziali, dije – Ma sí, y me dispuse a darme una vueltita por Alfonsina para darte un abrazo y tomar un vino, como siempre. Pero resulta que cometí el error de prender el televisor y ver el noticiario de las 20. -¡Abuelita! , dije. Y me acomodé para presenciar la más inmunda pero verdadera novela escrita por un pueblo entero.
Anotá, Negro Valerio: Lilita Carrió dice que cada vez que Cristina va a Cuba en lugar de visitar a su hija se reúne con expertos rusos para manipular las elecciones presidenciales de nuestro país tal como ya lo hicieron los Putín-boys en Estados Unidos para ponerlo a Plín-Plín en la House blanca. Hablando de Plín-Plín, como el año que viene tiene elecciones aprovechó este año y dejó abierta la temporada de caza de espaldas mojadas y piel marroncita que siempre hablan de la maldita chingada. La Uta convocó a un paro de bondis. Agüad dice que Aldo Rico tiene ganado el derecho a desfilar el 9 de Julio porque el intento de golpe de Estado que hizo fue chiquito. Don gato sigue diciendo que estamos mal pero que este es el camino mientras su pandilla canta a coro: “se hace camino al andar”.
Talleres vendió al tucumano Palacios a Independiente, Belgrano sigue siendo la viuda de Matías Suárez, a Instituto ahora le va bien en básquet, un mal nacido acaba de matar a su hijastra a la que se cansó de violar y con la que tuvo un hijo y la justicia lo dejó libre, el meteorito que se acerca a la tierra está cada vez más cerca, el pan se fue a las nubes, un asado es humo, en el desfile por el aniversario de la Toma de la Bastilla que fue el comienzo de la Revolución Francesa y el nacimiento de la clase media en el mundo apareció El Soldado Volador volando bajo los cielos de París, no hay vacunas para vacunarse contra cualquier peste, Urtubey anda por todo el país haciendo campaña solo (sin Lavagna) con lo que demuestra que apuesta a él mismo para el 2023 y no a la fórmula que comparte en este 2019, mi perro sigue siendo el único perro que le ladra a los aviones cuando pasan, los choros viajan en moto y los choreos en avión, Sergio Denis no despierta, Boca sigue en veremos y River quiere ser otra vez campeón. En otras palabras, Negro querido: novela, lo que se dice novela, es la que estamos viviendo. Y te digo la verdad, no creo que me dé el cuero para escribir algo que se aproxime a nuestra realidad. El resto bien. Excepto lo del Mercosur con la Unión Europea el resto sin novedad.
Una noche de estas la seguimos vino mediante. Beso a Sol. Abrazo a los muchachos. Y mi amistad de siempre.
Ah…antes de despedirme, una pregunta. Negro Valerio Mazsza, vos que de la vida sabés ¿tenés idea dónde se esconde la guillotina de la papelera de reciclaje de esta sociedad?