El rescate de los 33 mineros
No hablaba mucho. Ni en castellano ni en kunza. Ltchicai, hizo un gesto negativo, apenas perceptible. Quizás seguro de que nada ni nadie podría observarlo, que se perdería para siempre. Dijo algo para sí antes de levantarse. Volvió a arrodillarse para acariciar de nuevo la