Si bien las fiestas ya pasaron y nos encontramos ante un 2021 incierto, con todas las características del caso, esta historia breve denominada Vida nueva, dirigida por Lucas Santa Ana y escrita por Gustavo Cabaña, nos recuerda lo esencial de aquello que comienza y las expectativas que cada persona deposita en este calendario venidero.
El corto transcurre en un edificio: Camilo, de 78 años, (Nestor Ducó) y Elena, de 72 (Amanda Busnelli), esperan a sus respectivas familias para pasar el año nuevo. Ambos viven, quizás, la etapa más incierta y conflictiva de la vida: la vejez.
En ellos existe un pequeño atisbo de romanticismo; esperan la ocasión perfecta que los una hasta la muerte, como si de alguna forma estuviesen destinados el uno al otro, pero la falta de tiempo compartido y el miedo al rechazo detienen la palabra, un hecho que se visibiliza cuando abren la puerta para recibir a sus familiares, instante que sus ojos retienen con un particular cariño. En lo más profundo de sus almas añoran saludarse, no obstante algo los detiene, se miran intentando forzar alguna situación azarosa que les permita encontrarse, pero el silencio vuelve a ser protagonista y los separa. Tal vez, las doce de la noche, tiempo preciso donde se juegan deseos, promesas y recuerdos sea la hora señalada para comunicarse verdaderamente entre los dos. Es que hace tiempo viven en el mismo piso y, como si esto fuera poco, los departamentos están enfrentados; todos justificativos para establecer un diálogo que los lleve a conocerse más profundamente y saltar la barrera de ser solo buenos vecinos.
Por su parte, Ana (Ana Pauls), nieta de Camilo, mientras lo ayuda a abrocharse la camisa, lo incita a jugarse por lo que siente, asegurándole que se gustan. Él, incrédulo ante los dichos de su nieta, le pregunta una y otra vez sobre aquella hipótesis, y la indaga con amor, pero también con exigencia acerca de las causas que la condujeron a compartir esa noche tan especial con su abuelo, presintiendo que lo hace porque ve llegar el ocaso de su vida.
Desde este punto, Vida nueva, en tan sólo 12 minutos, plantea la dicotomía que atraviesa la existencia: el amor y la muerte. Polos opuestos que se encuentran en el camino de la vida y trabajan articuladamente; se tocan codo a codo y caminan bajo un mismo argumento, que es vivir hasta el último minuto soñando con empezar de cero.
Disponible en Cine.ar, el film siembra cuestionamientos y pone al descubierto sentimientos y etapas que no tienen por qué ser antagónicas; por el contrario, allana la posibilidad de pensar que, aun en el último suspiro, el amor tiene un espacio fundamental, sin importar la edad ni cuánto tiempo nos quede para ser merecedores de una historia que involucre nuevamente la pasión entre dos personas.
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