Jezera es un cráter de 45 kilómetros de diámetro, dentro de una enorme llanura formada por un impacto conocida como Isidis Planitia. Ubicado al norte del ecuador marciano, este sitio fue elegido por las pistas sobre su pasado: con los datos entonces disponibles, la agencia apostaba que hace 3,500 millones de años, el paisaje árido de Jezero era el delta de un río que dio forma a un enorme lago.
Bajo esta premisa, Perseverance aterrizó en el cráter el 18 de febrero de 2021 y ocho meses después, el primer estudio publicado con los datos de las observaciones del rover confirma las observaciones previas: Jezero fue un lago y podría albergar evidencia de formas de vida antigua.
Perseverance es el rover más sofisticado que ha recorrido Marte: equipado con siete instrumentos científicos, dos micrófonos y 23 cámaras en total, posee un brazo robótico capaz de extenderse dos metros, que incluye una cámara científica, un taladro capaz de perforar rocas y otros instrumentos para realizar pruebas químicas; todo con el objetivo de encontrar signos de vida microbiana antigua y aprender más de la geología y el clima del planeta (Fuente: National Geographic).
“Conocimos una noticia extraordinaria: el cráter Jezero, en Marte, donde se encuentra el rover Perseverance, fue en su día un lago alimentado por un río. ¿Qué significa esto? ¿Qué implicaciones tiene?”, se pregunta y responde la divulgadora astronómica @NataliaVartan en un hilo de twitter que acá se reproduce:
“El cráter Jezero se encuentra en un lugar llamado Isidis Planitia, en el hemisferio norte de Marte. Una enorme planicie generada por un gran impacto. Fue un lugar seleccionado con minuciosidad por las pistas que daba su aspecto.
“Los científicos suponían que, por su forma, aquel lugar debió ser el delta de un río que desembocaba en un enorme lago, por lo que decidieron que era el sitio indicado para lo que buscaban: vestigios de vida en el pasado.
“Y allí mandaron al rover, el cual aterrizó el pasado febrero. Pongo aquí el vídeo que publicó la NASA en aquel momento. Una simulación que me mola muchísimo. Me quedo embobada viéndolo una y otra vez. Me parece alucinante que se puedan hacer estas cosas.
“Y parece que las sospechas se confirman, porque el rover ha enviado datos que demuestran que en aquel lugar hay sedimentos arcillosos que, en la Tierra, sólo se forman gracias a que el agua discurrió alguna vez. Además, también ha hallado evidencias de que aquel lago fue un lugar tranquilo durante un tiempo, y tempestuoso más adelante.
“Se estima que, hace 3.500 millones de años, allí había un río con un delta que alimentaba un lago en el cráter. Y que, posteriormente, un dramático cambio climático hizo que esa tranquilidad se quebrara originando torrentes y sequías alternas, hasta la desecación definitiva que acabó convirtiendo aquello en el lugar inhóspito que es hoy.
“Pongamos en lugar todo esto. Marte, como la Tierra y todo el Sistema Solar, tiene unos 4.500 millones de años.
“Después del caos del principio, llegó el equilibrio y los distintos planetas comenzaron a evolucionar. Hace 3.500 millones de años, ya había vida en la Tierra, pero sólo bajo el agua. La vida fuera de ella solo se empezó a desarrollar hace unos 500 millones de años. Por tanto podemos pensar que, si había agua, en Marte pudo ocurrir lo mismo. Marte, por entonces, pudo ser un mundo similar a la Tierra.
“Lo que nos diferenció, pues, fue la evolución que sufrió. La Tierra lo hizo de una manera y Marte de otra. En nuestro planeta se produjo una explosión de vida que nos ha llevado hasta lo que conocemos hoy, mientras que en el planeta rojo, esa evolución se vio truncada por diferentes motivos. Y esto es lo que pretende confirmar esta misión. Que, efectivamente, en Marte hubo vida en un pasado muy lejano. Vida simple, microbiana, como la que había en la Tierra en esa época. Vida que existió, pero que no pudo evolucionar, como sí que lo hizo aquí. Y el primer paso está dado. Se ha demostrado que las condiciones para ello existieron.
“De todo esto, a mí lo que me fascina y me apasiona es pensar que la vida no es exclusiva de la Tierra. Si se confirmase que en Marte llegó a haber vida, aunque fuera microbiana, las implicaciones serían espectaculares porque significaría que la vida puede ser algo bastante común en el universo. Que lo que nos diferencia de los demás lugares del cosmos no es la vida en sí, sino la evolución que las condiciones de nuestro planeta permitieron que se produjera. Y esto, como digo, me parece apasionante, fascinante, perturbador, extraordinario; yo que sé, no me salen las palabras para expresarlo.
“Significaría que el concepto de nosotros mismos cambiaría. Que las preguntas tipo ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿qué hacemos aquí?, etc., tendrían respuestas diferentes. Destrozaría dogmas religiosos, modificaría conceptos filosóficos, las implicaciones, como digo, serían bestiales. A mí es algo que me vuela la cabeza, que dispara mi imaginación. Por eso me parece extraordinaria la noticia. El estudio de la NASA ha sido publicado en la revista Science.